STM Project

STM Project (de Mundo Musical - Almería - 1994)

Dicen los pianistas profesionales que, jamás un piano eléctrico podrá imitar perfectamente al original acústico. Si bien es cierto que se ha investigado mucho para conseguirlo, y que incluso las medidas comparativas de sus formas de onda y ejecución son muy similares, cuando se hace una comparativa real, es decir, cuando tenemos ambos pianos en el mismo lugar y los comparamos, queda evidente una muy clara diferencia a favor del piano acústico, ¿por qué? Pues porque se ha pasado por alto un factor muy importante, y se ha pasado por alto, porque los investigadores están "demasiado ocupados" en lograr lo que de primera es muy difícil: hacer clones perfectos del sonido original e imitar la ejecución del teclado. Pues bien, es cierto que esto es muy complicado de conseguir, pero no imposible, de hecho ya está conseguido, en grabación es imposible distinguir un piano acústico real de un piano eléctrico, sin embargo, en un concierto esto no es así, ¿qué falta? Pues falta algo muy sencillo que no se ha tenido en cuenta, muy sencillo pero, imposible de conseguir: la localización espacial, y ésta, es la clave de lo que nuestro cerebro entiende por realidad.

Los clones de onda perfectamente ejecutados de un buen piano eléctrico, terminan haciéndose audibles en un par de altavoces o a lo sumo cuatro (dos woofer y dos tweeter), pero esto no se parece en nada a la disposición real de las cuerdas sonoras de un piano acústico, y esto es la clave imposible de imitar eléctricamente, piénsenlo bien y lo tendrán muy claro.

El ejemplo del piano acústico, es sólo una pequeña parte del largo camino que aún falta por recorrer en los sistemas de amplificación profesional para grandes eventos y orquestas. Otro ejemplo es, una "Banda de Instrumentos de Viento", toda aquella persona de "oídos profesionales" que haya tenido la oportunidad de estar en un bien afinado concierto de este tipo, saben "lo impresionante que es", y no digamos si los músicos van en un desfile. Igualmente ocurre con Corales; Teatro; Cine; y otros muchos casos. La sensación de realidad depende de la localización espacial, y ésta, nunca se ha tenido en cuenta, es más, ni se ha pensado en ello.

En los primeros pasos de la amplificación, la atención se centró lógicamente en los transductores, es decir, los captores de sonido (micrófonos y pastillas) y los altavoces. Los transductores y circuitos de amplificación se han ido perfeccionando a lo largo de los años hasta llegar a niveles sorprendentes, pero esto no era suficiente y se produjo una paradoja que aún vivimos: los equipos de alta fidelidad pretenden imitar la realidad, y en su esfuerzo por conseguirlo lograron un nivel de calidad muy alto, es decir, un sonido limpio y agradable con sobrada potencia para su cometido, pero aún usando la estereofonía, no han conseguido ser lo suficientemente "reales", sin embargo, se tomó como ejemplo a seguir para un concierto, y esta es la paradoja: el equipo de HI-FI pretende imitar a la orquesta y la orquesta al equipo de HI-FI.

En las últimas décadas, se han ido desarrollando sistemas de amplificación, que si bien siempre parecía el sistema definitivo, el tiempo ha demostrado que no era así, recordemos los equipos exponenciales tipo "Martin"; los equipos con sistema "Turbo"; los famosos "Procesados"... y ahora vivimos la época de los "Line Array", ¿es esto la solución? La respuesta es NO, ¿por qué? Pues porque el problema no es el equipo, el problema es su utilización. Marcas como Meyer Sound, pretenden que sus distribuidores sean cualificados y tratan de formarlos con cursos especiales. Lo cierto es, que todos los equipos suenan relativamente bien y que el equipo perfecto aún no se conoce, pero existe. ¿Que debe tener un equipo "perfecto"? Un equipo perfecto es aquel que reúne un buen equilibrio de, posibilidades, calidad y precio, y, que además, se utiliza correctamente. Algunas de las cualidades más importante de un equipo para orquesta son su peso y volumen, ambos deben ser lo más bajos posible pero, técnicamente no se puede conseguir un equipo pequeño, que pese poco, que suene muy bien y potente, y que además, cueste barato, sin embargo, es posible buscar un correcto equilibrio, y esto es lo que hace que sea el mejor.

STM Project, es una empresa dedicada a la investigación y desarrollo de ideas relacionadas con la música, y existe desde los años sesenta, pero su trabajo siempre ha sido para "mayoristas", es decir, no se implicó en comercializar sus desarrollos propios al estar inmersos en trabajos para otras empresas. Debido a la crisis actual e inercia de mercado (producto "chino" de baja calidad para usar y tirar), STM Project, ha decidido poner directamente en el mercado algunos de sus productos para profesionales, y uno de ellos es, el "Equipo de Sonido Profesional Matrice", se trata de un equipo totalmente analógico, pero controlado digitalmente, que reúne un equilibrio perfecto de posibilidades, calidad, y bajo coste, que no valor, es decir, cuesta muy poco para su valor real, aún no disponemos de fotos y características técnicas, pero si de sus prestaciones y forma de utilización, es por ello y por lo impresionado que he quedado al saber de este equipo, que me he decidido a hacer un adelanto a su presentación oficial.

"Matrice", comienza con una mesa de mezclas que no es una mesa, quiero decir, que no tiene forma de mesa, y que no está en el lugar de control, es más, se amplía según necesidad y se reparte por zonas, realmente la mesa mezcladora de "Matrice" es, un bus analógico controlado a distancia, donde se conectan canales de entrada y canales de salida para hacer combinaciones acorde a necesidades concretas, la combinación más sencilla es un solo canal de entrada y un solo canal de salida, pero podemos agregar hasta cien canales de entrada y otros cien de salida.

Físicamente, los canales de la mesa mezcladora de "Matrice" son módulos blindados que se insertan en bandejas de interconexión, y en estas bandejas puede haber canales de entrada, canales de salida, o combinación de ambos, a cada canal se le asigna un número (del 00 al 99) y se pueden colocar en cualquiera de las bandejas instaladas, el módulo canal de entrada lleva: entrada XLR balanceada con phanton; entrada JACK de línea; ajuste de ganancia; atenuador; LED indicador de saturación; salida auxiliar XLR, y lógicamente, el conector master, el resto de funciones se manejan desde el control remoto. Imaginaos un Set de Percusión con su microfonía y monitores de escucha del percusionista, incluso Side Fill "personales", todo esto puede estar conectado a una (o varias) bandeja "programada" para percusión y utilizar siempre el mismo número de canal para cada elemento, es una estupenda forma de estandarizar la mezcla, es decir, aunque la combinación que estemos usando en ese momento sea de veinte entradas, puede contener canales con número superior al veinte, pero la clave de todo está en las salidas, que permiten un completo ruteo de señal, podemos dirigir un canal determinado a cualquier salida o salidas y en la intensidad que queramos.

Antes de continuar explicando las posibilidades de ruteo, ecualización, control y memorias de mezcla, es necesario explicar la parte de potencia, ésta se puede elegir de acuerdo a las necesidades y gustos personales, se trata de bafles amplificados específicos que se pueden colgar o apilar, y un tremendo sub woofer estéreo llamado "Basstodonte", el cual es otra de las "piezas clave" de este equipo. De todos es sabido que, si queremos un bafle de graves con respuesta muy plana, de gran rendimiento y potente, éste, obligadamente tiene que ser muy grande y pesado, por lo cual hay que hacer un compromiso de "chapuzas" hasta conseguir "algo razonable", aún así, casi siempre se ha tenido que duplicar (o más) el sistema, pero esto tiene inconvenientes de fase y, en muchos lugares la duplicación en vez de una ventaja resulta un inconveniente, pues bien, el "Basstodonte" resuelve todos estos inconvenientes, ¿cómo? Pues con algo bastante simple que siempre ha estado a nuestro alcance, pero que hasta este momento nadie había utilizado: el bafle desmontable, sí, el "Basstodonte" se compone de dos pequeños bafles motor que se colocan dentro de un recinto resonador de graves totalmente desmontable, fácil de montar y transportar, desmontado ocupa menos espacio que dos sub woofer convencionales.

Si os fijáis bien, con todos estos elementos podemos hacer combinaciones reales de localización espacial y ruteos de señal muy creativos, imaginad el escenario con dos pequeñas torres de bafles a sus lados y al "Basstodonte" delante de su centro, imaginad las voces sonando por los altavoces de la parte alta, percusión, teclados, guitarras y metales, por la parte central, y el bajo por abajo (valga el pareado), ahora imaginad que sólo vais a enviar al "Basstodonte" aquello que realmente lo necesita: bajo, bombo..., es evidente que las voces no deben salir por el sub woofer, tampoco las guitarras, ni..., pero todo esto es una combinación muy sencilla, imaginad el tremendo número de salidas que podemos utilizar y la "combinatoria" de envíos. En este equipo desaparecen los conceptos "LR", "auxiliares"... todo se convierte en envíos que podemos agrupar, y los posibles retornos que necesitemos se hacen a entradas que se pueden rutear a bafles específicos, imaginad la reverb de las voces ligeramente separada de éstas, o el delay de la guitarra en un bafle muy separado..., es evidente que las posibilidades son tremendas, pero más aún es su manejo, éste se hace desde un controlador con interfaz USB, las posibilidades de memorización de parámetros y acceso desde el PC son muy lógicas, rápidas, y precisas, pero lo bueno es, que el sistema funciona sin necesidad de ordenador, todo se puede manejar y memorizar desde el controlador, que tiene un tamaño poco mayor que un ordenador portátil, y para terminar esta preliminar presentación, decir que, la ecualización de cada canal, son tres controles paramétricos.

Periodista de turno para Revista especializada.

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